
Boletín #7: Equilibrio y Desequilibrio en Ayurveda
CARTA DEL EDITOR
UNA CORDIAL BIENVENIDA
¡Nuestros mejores deseos para este nuevo año y nueva década!
Ahora que empezamos este nuevo período, con renovados bríos y grandes popósitos, queremos desearte que recibas luz y tranquilidad, paz y prosperidad. Nosotros estamos aquí para ayudarte a que tu salud y la de tu familia estén en equilibrio y sea la base que te permita alcanzar todos tus demás objetivos y planes-
Precisamente, hablando de equilibrio, nuestro Articulo Principal en esta ocasión te trae los conceptos ayurvédicos de Prakruti (equilibrio) y Vikruti (desequilibrio). Lee este texto, seguro aprenderás bases importantes.
Y si te va muy mal, tanto como si te va muy bien, de seguro te servirá aplicar El Secreto del Anillo, que aparece en el Articulo Especial, tal como nos lo envió Patricio Peker desde Argentina.
Por otra parte, me es muy grato anunciarte que el próximo DIPLOMADO EN AYURVEDA iniciará el 20 de marzo. Como tenemos un cupo muy limitado, te sugeriría que, de estar interesado, te inscribas cuanto antes. Estoy a tus órdenes en los teléfonos y correo electrónico que aparecen aquí.
¡Espero que todo te resulte de alto provecho!
Cordialmente,
Marcus de Oliveira, D. Ay.
Director
Centro Ayurveda
Tel. 777-119-1115
Direccion de email

Artículo Principal
PRAKRUTI & VIKRUTI
Según el Ayurveda, “Prakruti” es la constitución física de una persona y “Vikruti” el estado de la enfermedad. Prakruti es la ciencia de la naturaleza que determina el carácter innato, la constitución física o la disposición de una persona. Ayuda a la hora de decidir el estilo de vida ideal y la pauta terapéutica para un individuo.
Dependiendo del predominio de un solo dosha, o humores biológicos, Prakruti podría ser de siete tipos de los cuales los tres tipos principales son Vata, Pitta y Kapha; mientras que Vikruti dispone de varios tipos de desequilibrios de mente y cuerpo y solamente se puede determinar a través de los exámenes a fondo.
SIGNIFICADO DE PRAKRUTI (EQUILIBRIO)
El término Prakruti es una palabra sánscrita que significa literalmente, “naturaleza” o “rasgo fundamental.” La combinación de humores energéticos Vata, Pitta y Kapha que está presente en la persona en el momento de la concepción y se mantiene durante toda su vida. Diferentes personas pueden tener diferentes combinaciones de Vata, Pitta y Kapha como su constitución básica o Prakruti. Por eso, dos personas reaccionan de manera diferente cuando son expuestos a una situación similar, inclusive cuanto a tratamientos y respuesta del organismo. Así, de acuerdo con la Ayurveda el Prakruti es único y cada uno de nosotros tenemos una constitución corporal distinta, que es totalmente diferente de los demás.
Ayurveda es una ciencia médica antigua y coincide en gran parte de la lógica científica que es sorprendente ver que ese avance de la ciencia médica existía hace miles de años en el subcontinente Hindú. A diferencia de otras ciencias de la antigua medicina, la ciencia de la curación ayurvédica no sólo se basa en hipótesis y probabilidades si no también sobre la base de los exámenes y pruebas de lógica.
SIGNIFICADO DE VIKRUTI (DESEQUILIBRIO)
Vikruti, por otra parte es la discrepancia que hace que nuestro cuerpo presente una diferente constitución normal o saludable. En términos simples, es el anormal o el estado de enfermedad. Cuando los doshas del cuerpo no están en equilibrio perfecto, puede ser denominado como la etapa de Vikruti. Cualquier tipo de anomalía o Vikruti en el cuerpo puede dar lugar a complicaciones en la regulación normal de las funciones del cuerpo y por lo tanto dar lugar a algún tipo de complicación o enfermedad grave.
Para el tratamiento y un buen diagnostico de Vikruti si tiene que considerar:

- La razón o la etiología de la enfermedad, el estado de los doshas
- El estado de la dushyas (los dhatus–tejido del cuerpo–que se incurre en el dosha)
- Desha (lugar, hábitat de la persona, corregir las geopatías)
- El kala (tiempo de estación)
- Bala (fuerza de respuesta del paciente y la enfermedad) y, por último
- Los síntomas de la persona
Un cuerpo sin ningún tipo de Vikruti se dice que es absolutamente sano y en equilibrio.
Por lo tanto, repetimos, el estado anormal o enfermo del cuerpo se llama Vikruti en Ayurveda. Prakruti, por otra parte, es el estado normal de la mente y el cuerpo. En el Ayurveda, tanto Prakruti como Vikruti forman una parte importante, siendo el segundo más atentamente tomado en cuenta. En palabras simples, si un médico busca el tratamiento de una enfermedad en particular de una persona, entonces procura aplicar el tratamiento de la Vikruti de esa persona.
El principal objetivo de la medicina ayurvédica es conseguir una vida longeva exenta de sufrimiento y enfermedades, y crear potencial mental a través del Prakruti equilibrado y el desarrollo de la conciencia con una visión espiritual amplia.
LA SALUD, ALGO MÁS QUE LA AUSENCIA DE ENFERMEDAD
La medicina hindú tiene en cuenta todos los aspectos de la vida y la armonía de su conjunto, ya que todo se relaciona entre sí y está sujeto a una mutua influencia: la nutrición, el clima, los sentimientos, el conocimiento, la higiene, la actitud general y el entorno, en que vivimos. Ninguno de estos aspectos puede tratarse o considerarse de forma aislada.
Y partiendo de esta base, la medicina ayurvédica intenta mantener todo en equilibrio ó conseguir la estabilidad de todos los componentes de la vida.
Todas las funciones físicas, espirituales y mentales están regidas por tres fuerzas, los doshas. La salud se basa en el equilibrio de estas energías: si el equilibrio se rompe el organismo deja de funcionar correctamente.
Este equilibrio se rompe cuando una persona actúa constantemente contra su naturaleza individual; las disfunciones pueden estar provocadas, entre otras cosas, por una alimentación inadecuada, hábitos y comportamientos equivocados, sentimientos o pensamientos negativos, así como por el estrés u otras condiciones del entorno. Si el organismo no puede restablecer el equilibrio y la desarmonía continua, aparecen, gradualmente, trastornos de la salud: las personas enferman gravemente.
Según la Ayurveda, el cuerpo humano está diseñado para vivir más de 100 años en pleno equilibrio de sus fuerzas vitales, pero depende de una actitud mental, según la cual, el envejecimiento es un error del intelecto, ya que las personas se identifican solamente con la parte física de su cuerpo; y entonces, para alargar su vida, deben dejarse guiar, más que por su reloj biológico, por la frescura y capacidad de su mente y entonces, no se envejecerá nunca. Debemos vivir al ritmo de la naturaleza, considerando los ciclos del día, los ciclos del año y los ciclos de la vida misma.
El Dr. Alexis Carrel (premio Nobel de medicina 1912), realizó el experimento más notable en la historia de la medicina, con pedazos pequeños de tejido de corazón de un embrión de pollo, con los que intentaba demostrar que bajo condiciones favorables, la célula puede vivir un largo tiempo e incluso, indefinidamente. El tejido fue sumergido en solución de nutrimentos de donde pudiera alimentarse. Como el material de desecho del tejido era depositado en esa misma solución, ésta era cambiada diariamente, evitando así que las células absorbieran sustancias de desecho, a la vez que les proporcionaba diariamente nutrimentos frescos.

El informe afirma que este tejido de corazón de pollo vivió así, durante ¡29 años! y sólo murió cuando el ayudante olvidó cambiar la solución contaminada.
Por tanto, Carrell logró demostrar que la autointoxicación es la causante de la muerte de las células al degenerar el fluido en que se mueven pero, que de poderse evitar este factor, purificando el fluido a intervalos regulares y proporcionando a la célula algo de lo que pueda nutrirse, el latido de la vida puede continuar eternamente.
Es por todo esto, que Ayurveda plantea el procedimiento de Panchakarma, como primer paso para recobrar la salud perdida, la construcción de un cuerpo nuevo y por tanto su rejuvenecimiento, la purificación integral del colon, es decir, no solo a base de colónicos o enemas, sino de un cambio de dieta; también se hace necesario un cambio radical en el entorno emocional.
Así, el correcto funcionamiento físico y espiritual de las personas, depende del equilibrio de tres fuerzas energéticas o principios de regulación, llamados: VATA, PITTA y KAPHA.
UN EJEMPLO
El concepto de Prakruti y Vikruti puede ilustrarse con referencia a la temperatura de nuestro cuerpo.
Cuando está sano, mantiene una temperatura corporal promedio de alrededor de 37 °C, que puede ser considerado como nuestro Prakruti. Aunque las personas pueden tener diferentes temperaturas de base diferente, no cambia mucho, siempre que la persona es saludable. Cuando salimos en un día de invierno, la temperatura de nuestro cuerpo puede bajar un poco, pero regresará a la normalidad si estamos sanos. Cuando estamos enfermos podemos coger un resfriado y la temperatura de nuestro cuerpo va a subir (fiebre). Esto indica que estamos enfermos o fuera de nuestra condición de base normal. Podemos tomar la medicina para que la temperatura del cuerpo regrese dentro de la gama normal.
En analogía con el Ayurveda, la temperatura de nuestro cuerpo del presente ejemplo puede ser considerado como Vikruti, porque Vikruti significa que el estado de la enfermedad está presente.

El cuerpo humano es muy parecido a una máquina, si no se maneja correctamente y no se da un descanso adecuado, se puede “parar” a cualquier hora en cualquier lugar. Como una máquina, también trabaja en condiciones favorables durante un período limitado, de modo que no se desgasta pronto.
Sin embargo, considerando el estilo de vida frenético y la presión inhumana que la gente sufre estos días, es imposible permanecer saludable para siempre cuando no se aplica un mantenimiento oportuno de readaptación Ayurvedico llamado Panchakarma; que en México es practicado en Centro Ayurveda.
Artículo Especial
EL SECRETO DEL ANILLO, tal como nos lo envió Patricio Peker.
Hace algunos días una persona me comentó una situación muy difícil por la que estaba pasando, y le conté una historia que encierra un mensaje que a mi me acompaña desde hace mucho, mucho tiempo.
Y me parece que tal vez te pueda hacer bien conocer, o tal vez recordar, esta vieja historia, cuya enseñanza yo tengo en mente cuando siento que las cosas van mal.
Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
-Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total…
Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje -el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas -le dijo- manténlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracentrodo, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.
Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino…
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía “ÉSTO TAMBIEN PASARÁ.”
Mientras leía “ésto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
-¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
-Escucha -dijo el anciano-: este mensaje no es solamente para las situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Ésto también pasará,” y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
Entonces el anciano le dijo:
-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Aquí estoy yo, Patricio, nuevamente. ¿Ya conocías esta historia?
Se transmite de generación a generación desde hace siglos. Algunos la adjudican a un acontecimiento de la vida del rey Salomón, otros a las historias de las Mil y Una Noches… no lo sé. Lo que si sé es que a mi ese mensaje “ésto también pasará,” me ha hecho bien muchas veces, y también a amigos y seres queridos.
Espero que te guste y que te haga bien.
Yo la he compartido con mis hijos, y hemos pensado y conversado bastante acerca del tema, y cuando de pronto hay alguna situación dura que alguno de nosotros debe atravesar, nos decimos… “ésto también pasará.”


Dr. Marcus De Oliveira Teles, D.Ay.
Autor de este Boletín y Director del Centro Ayurveda México y de Gurukula de Ayurveda
El Dr. Marcus de Oliveira Teles, D. Ay. fundó hace más de 25 años, junto con su esposa, el Centro Ayurveda México, un Centro de Sanación Integral, basado en la milenaria ciencia de la salud de la India, con sede en las ciudades de Cuernavaca y México, así como de Gurukula de Ayurveda, S.C., la primera y premier escuela de enseñanza en México de todo lo relacionado con Ayurveda, incluso con reconocimientos oficiales de SEP y STPS.
Recibió el Doctorado Honoris Causa por la Universidad UNIBE y por la Cámara de Diputados del H. Congreso Federal de la Unión.
Es considerado el Decano de Ayurveda en México.
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